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martes, 13 de septiembre de 2011

EVOCACIONES MEZQUITANAS-13



¿Qué, bacía, yelmo o baciyelmo?
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Estamos en el Quijote. Todo vino después de lo de los batanes que “batanearon” durante una noche terrible el alma y el cuerpo de nuestros eternos manchegos. Cap. XXI de la Primera parte. ¿Bacía o yelmo? Vaya usted a saber. Ni una cosa ni otra. Sea “baciyelmo”. La cosa fue en la Mancha. Pero pudo ser entre Loscos y Mezquita cuando El Sr. Carbó jercía en los dos pueblos las mismas funciones que el barbero de marras:

“(…) en aquel contorno había dos lugares, el uno tan pequeño, que ni tenía botica ni barbero, y el otro, que estaba junto a él, sí; y así, el barbero del mayor servía al menor, en el cual tuvo necesidad un enfermo de sangrarse, y otro de hacerse la barba, para lo cual venía el barbero, y traía una bacía de azófar”. Bacía que para D. Quijote era yelmo.


Bacía. Hay bacías famosas. Bacías para barbas que se afeitan que, en un pis pas, se convierten en yelmos famosos para cabezas alocadas que perdieron su defensa en batallas descomunales. Son baciyelmos para caballeros andantes de Triste Figura sustraídos a barberos de barbas.

Hay bacías y bacías. Hasta dudo que el Sr. Carbó, que subía desde Loscos a rasurar la barba semanal de los hombres de Mezquita, viajara con bacía que hubiera podido servir de yelmo a cualquier andante caballero. Lo dudo.

Hay bacías y bacías. Para bacía una variedad de pequeña artesa en la que se servía la comida a los cerdos. Encerrados en la choza, ya gruñen porque barruntan la hora. Se les da libertad para que vuelen a la bacía repleta de hechura. Sus farinetas, su puré de salvado. Alimento integral donde, quizá, navegan “pelarzas” -entiéndase peladuras- de patatas y manzanas. Todo muy natural.

Tampoco es de extrañar el jamón de resultas de aquella dieta y su oreo en los graneros, tras el sacrificio necesario. Necesario para el deleite del gusto.  ¡Qué avidez! Se diría que aquellos tocinos no habían comido en su vida.
Qué magra. Qué jamón. Tajada gruesa. No como ahora, esas minucias que cortan, finas finas.
Bacía para que coman

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