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miércoles, 8 de junio de 2011

SOBRE LA NUEVA IGLESIA


Iglesia desde San Jorge
SOBRE LA IGLESIA DE MEZQUITA DE LOSCOS
Ya en otras ocasiones, hablé de la iglesia de S. Juan Bautista de Mezquita. Y recordaba que, el 17 de marzo del 2003, se cumplieron doscientos años de su estreno para el culto.
Entrada de la iglesia
Meses antes de ese bicentenario, Centro de Estudios del Jiloca publicaba un meritorio trabajo de investigación sobre templos de nuestra tierra. Noticias sobre la CONSTRUCCIÓN de IGLESIAS en el noroeste de la PROVINCIA de TERUEL(s. XVII-XVIII) es el título, y su autor, José María Carreras Asensio. En ese libro, figura la capitulación o minucioso contrato para llevar a cabo la fábrica de nuestra iglesia. En tan curioso documento, del Achivo de Protocolos Notariales de Montalbán, nos encontramos con datos interesantísimos para conocer nuestra pequeña historia.
¿Por qué una nueva iglesia para nuestro pueblo en el mismo emplazamiento de la ya existente?
1. En la visita pastoral de 1775 ó 1776, se ordena que se blanqueen las paredes y bóvedas. Que se iguale el pavimento. Que no se celebre en el altar de las Ánimas “hasta haber exhumado los cuerpos de las dos sepulturas inmediatas a él”. Que se ensanche la iglesia si se puede. En esos años, había 67 casa abiertas, lo que supone poco más de 250 habitantes para Mezquita que, al parecer, no caben en la pequeña iglesia.
2. En 1785, se habla de las “paredes firmes y decentes pero no muy blancas. Los techos, bóvedas de yeso bien reparado y sólido(sic).En buen estado,  las claraboyas de las ventanas “a excepción de la del coro que le falta una parte que se cayó y no ha habido proporción para componerla”. En la torre, tañen “dos campanas y un campanico”.
3. Parece, pues, que la iglesia, en estos años, no estaba en ruinas. Pero resultaba estrecha para acoger a todos los feligreses. ¿Cómo sería aquella pequeña iglesia que hubo de derribarse para construir la mole de la actual, casi siempre vacía de Mezquitanos que se fueron?
4. El protocolo notarial aludido, fechado en Mezquita, es de “veinte y uno de octubre de mil setecientos noventa y cinco”. A la firma, la fecha es de 11 de mayo de 1794. Después, aludiremos a detalles curiosos que figuran en este contrato.
5. Una novena de años pasan desde esta firma hasta el 17 de marzo en que se bendice e inaugura la nueva iglesia. En 1803, “LA IGLESIA ES TODA NUEVA, la que visitó y bendijo el Dr. D. Miguel Laborda rector M. de? Muniesa el día 17 de marzo del presente año con orden y facultad de los gobernadores ( ...) y arzobispado y celebró misa conforme al misal romano el 18 del mismo mes”.
6. La torre estaba inacabada y nunca se terminará. No “ a Mezquita/ que hay mala torre./Sécate la moquita que se te escorre”. Sin embargo, las campanas, Santa Bárbara y Santa María, ya ocupaban su lugar para conciertos añorados. Nada se sabe del “campanico”.
Interesante pila de agua bendita
7. Rafael Serrano, vicario, es a quien toca estrenar la iglesia y hacer frente a las deficiencias, con la urgencia de sus superiores y la precariedad de los medios para subsanarlas. Batallas épicas las que tuvo que mantener el buen cura.
8. ¿Cómo se hace frente al costo de la fábrica de la iglesia? ¿De dónde se sacan esas 2400 ó 2200 libras jaquesas que deben a Miguel Bielsa? Para esa finalidad quedan hipotecadas las primicias: “Las primicias están adjudicadas por el consejo para la construcción de la nueva iglesia hasta tanto que se completen 2200 libras que es el tanto en que está ajustada y aprobada. Están arrendadas en 240 libras anuales cuyo caudal se halla invertido como se hizo constar por cuenta que se presentó al intendente y los recibos del Maestro en poder del cura”. Se dice en la visita pastoral.
Pila bautismal
***
Analicemos someramente el pacto, capitulación o contrato, publicado por José María Carreras:
 Contrato entre partes que son tres: la parroquia, el ayuntamiento y el Maestro Arquitecto, Miguel Bielsa de Belchite. El notario se llama José Antonio Herrando.
 El capítulo parroquial lo formaban: D. Pascual Sancho, vicario, y D. Felipe Beltrán, capellán y beneficiado, natural de Mezquita y “fabriquero” de la obra.
 Por parte del ayuntamiento: Joaquín Crespo y José Anadón, alcaldes. Baltasar Fortún y Estevan Beltrán, regidores. Simón Lázaro, síndico procurador.
 Se hizo el ajuste por 2400 libras jaquesas pagaderas en cuatro plazos de 600 libras del acuerdo con la cuatro etapas según el ritmo de la construcción.
 La estipulación desciende a detalles curiosos. Por ejemplo, la obligación de los vecinos “de pasar por el rastrillo la arena, y el yeso por la criba triguera”.
 El fabriquero, Felipe Beltrán, y el ayuntamiento tienen “el derecho y acción quando bien visto les fuere de visurar la obra”.
 Como testigo y rúbrica, aparece Miguel Pastor, nombre y apellido que se repiten, hasta nuestros días en una de las familias más poderosas de Mezquita y que en esta época disponía de cinco criados.
Como muy bien dice José María Carreras, el plano de la iglesia de Mezquita se parece al de la iglesia de la Santa Cruz de Zaragoza. Quien quiera comprobarlo haga una visita. Uno tiene la sensación de que entra en su propia casa. Lo mismo se puede decir, y eso ya lo sabíamos, de la iglesia de Nogueras. Claro, fue el mismo arquitecto, Miguel Bielsa. Se pacta la construcción de la iglesia de Nogueras de forma parecida que la de Mezquita. Se ajusta en 1625 libras. En 1793. Este templo no se acabará hasta 1805.
Ah, y junto a la iglesia de S. Juan Bautista de Mezquita estaba el horno de pan cocer, otro hermoso lugar de encuentro. Como la fuente, como Las Eras, como la plaza...  Iglesia, horno, eras, fuente y plaza lugares en que agrandaba la socialización y convivencia.
Interior de la iglesia

domingo, 5 de junio de 2011

CAPELLANES Y BENEFICIADOS

Pairón de San Pascual



CAPELLANES Y BENEFICIADOS
Pero hay que dejar también constancia de los capellanes y beneficiados que convivían con los párrocos atendiendo a censos y aniversarios o lo que es lo mismo a celebraciones de misas con las intenciones que marcaban los fieles. Generalmente misas a favor de los difuntos. Para, ello se fundaban las capellanías. Sucedía,  con frecuencia, que como era un lugar “muy pobre”, los fieles no abonaban la correspondiente tarifa.
Generalmente, los curas capellanes y beneficiados eran del pueblo y pertenecían a las familias más poderosas. Sobre todo, a la familia  Atrosillo –apellido hace mucho ausente de Mezquita--, a la familia Pastor y a la familia Ramo.
Capellanías instituidas por personas piadosas que legaban rentas para celebraciones de misas. A veces, se convierten en una especie de becas en favor de parientes o vecinos que estuvieran cercanos a la ordenación sacerdotal.
  En estas elecciones, no siempre estaban ausentes los conflictos, como posiblemente tengamos ocasión de comprobar.   
 Eran instituciones perfectamente reguladas, muchas veces con la necesidad de refundarse. Lo que lleva consigo una inmensa burocracia presente en los archivos diocesanos.

Ello se comprueba con las dos capellanías que se fundaron en Mezquita en el s. XVI y que muy pronto se vio que no había clérigo que quisiera atenderlas, porque la renta no era suficiente para mantener un capellán. Estas capellanías se convierten, tras varias y complejas transformaciones, a lo largo de tres siglos, en capellanía-beneficio en favor de los hijos de tres o cuatro familias de Mezquita.

Las dos capellanías iniciales eran:
o    La de MIGUEL LÁZARO Y OTROS, llamada en los documentos, durante siglos, como la Capellanía de los Lázaro y que fue creada en el año 1533, entre otros, por Miguel Lázaro, al parecer, benemérito y benéfico paisano que también levantó los pairones que había en Mezquita en las distintas salidas. Miguel Lázaro que, sin duda, tendría mucho que ver con la creación de la Cofradía de S.Miguel Arcángel en 1539, la más duradera.
o    La de LOS VICARIOS, como se dice en los en los documentos. Fue fundada en 1564 por Alonso Pueyo, vicario de Mezquita, y Juan Pardo, vicario de Loscos.
He aquí la lista de los capellanes y beneficiados de estas instituciones. Son clérigos nacidos en Mezquita y pertenecientes a apellidos de tradición y, a veces, de cierta relevancia entre nosotros. Atrosillo aparece de muy antiguo entre los apellidos ilustres, pero hace muchos años desaparecido:
  • Martín Cerced (1583)
  • Asensio Losilla, uno o varios con ese nombre(1528,1571)
  • Miguel Cebrián (1612)
  • Bartolomé Atrosillo (+1652)
  • Pedro Atrosillo.
  • Domingo Crespo (por renuncia de Pedro Atrosillo 1678)
  • José Ramo (por muerte de Domingo Crespo, 1713)
  • Antonio Pastor (por muerte de José Ramo, 1754)
  • Felipe Beltrán (por muerte de Antonio Pastor,1780)
  • Juan Pastor y Aguilón (con el anterior disfrutan de beneficio al mismo tiempo)
Porches de la ermita de San Jorge


Pudo haber algún otro capellán. Pero éstos son los que a nosotros nos constan.