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viernes, 15 de abril de 2011

REFRANERO DE MEZQUITA

REFRANERO de MEZQUITA DE LOSCOS

El refranero es, un poco, la enciclopedia de la buena gente iletrada. Memoriza los datos que le muestra la experiencia o la reiteración de sucesos. Abundan, sobre todo, los que hacen referencia a la vida rural y al tiempo como fenómeno meteorológico.
Que el refranero, tan entrañable, sea producto de la ignorancia, aparece claro en personajes populares de nuestra literatura. En La Celestina, 1499. Quien sabe y dice refranes es la propia Celestina que no Calisto, personaje culto, casi un humanista. En El Quijote, es Sancho, labriego analfabeto, quien, a tiempo y destiempo, engarza dichos populares con infinita gracia y abundancia. Lo mismo sucede en la menos conocida novela dialogada de Lope de Vega, la Dorotea, donde la protagonista emula en lo de los refranes y en otras cosas a la dicha Celestina.
Claro que los refranes no son dogmas. En ocasiones, incluso, poco tienen que ver con la verdad. Por ello, en la Ilustración, el bueno de D. Benito Feijoo, tan enemigo de falsas creencias y supersticiones, ataca algunos de los dichos populares porque no se ajustan a la verdad.
El refranero es muestra, nada desdeñable, del costumbrismo, de la antropología, de, en suma, la literatura oral. En Mezquita de Loscos, en la Semana Santa de 1968, recogimos algunos refranes de boca de mis buenos paisanos. Los ponemos a continuación.


A: TIEMPO-CLIMA


Hasta san Martinico,
no te quites el capotico.

Agua de mayo
crece pelayo.

Truenos tardanos,
fríos tempranos.

En marzo,
algarazo de marzo.

Hasta el cuarenta de mayo
no te quites el sayo.

Si pa San Juan truena,
se agusanan las nueces.

El que no guarda la leña pa abril,
no sabe vivir.

La vieja que sabe vivir
guarda la leña pa el mes de abril.

Marzo ventoso
y abril lluvioso
hacen a mayo
florido y hermoso.

Las mañanitas de abril
son muy dulces de dormir.
Y Las de mayo
las mejores de todo el año.

Si llueve el día de S. Marcos,
lo hace cuarenta días seguidos.
Lo mismo si hace frío.

Solano,
agua en la mano.

Regañón, ni agua ni sol.

El cielo a capacicos,
ell agua a cantaricos.

Santa Engracia, la laminera,
que se lleva la fruta de la ribera.

La luna de octubre,
a siete descubre.

Si marzo no marcea,
el abril acantalea.

Si la Candelera plora,
el invierno está fora.

Pa febrero,
busca la sombra el perro.

Pa tosantos,
los montes blancos.


B: TIEMPO-SUCESIÓN DE ESTACIONES

Pa Reyes, un paso bueyes.
Pa San Antón, un brinco rabón.
Pa Santa María, hora y media alarga el día.
Pa San Blas, hora y media y más y más.

Febrerillo, el cortico.


Pa el abril, a buscar el nido la perdiz.

Pa San Matías, 
igualan las noches con los días.

Es menguante,
pa los ignorantes.

El día tres de abril,
el cuco ha de venir.
Si no ha venido,
muerto o perdido.


-Marzo, marcero,
ya no te tengo miedo,
que mis cordericos
llevan un palmo de cuerno.
-Con tres días que me faltan a mí
y tres de mi hermanico abril,
pondrás a mis cordericos
bajo el brosquil.


C: AGRICULTURA

Año bisiesto,
la cosecha en un cesto.

Pa San Jorge, tu garbanzal
ni nacido ni por sembrar.

Un grano no hace granero,
pero ayuda a su compañero.

El que escarda en mayo,
escarda dos veces al año.

Pa Santa Cruz,
la viña reluz.


D: GANADERÍA:

Reunión de pastores,
oveja muerta.

Cuando canta el gallo,
gallina falta.

En año bisiesto,
cabeza de tocino
se vuelve de cabra.

De la oveja y de la vaca,
el abril se lleva la flaca.

Pa San Matías
ya pega el sol en las umbrías,
y cantan las grullerías
y dicen los pastorcicos:
Si las muertas fueran vivas
y las perdidas halladas
¡qué rebañadas habría!


-Marzo, marcero,
ya no te tengo miedo,
que mis cordericos
llevan un palmo de cuerno.
-Con tres días que me faltan a mí
y tres de mi hermanico abril,
pondrás a mis cordericos
bajo el brosquil.


E: GASTRONOMÍA:

Por Jueves Lardero,
longaniza en el puchero.

El que bien come y bien bebe,
bien hace lo que debe.




F: 0TROS DICHOS.

Y de las fiestas de enero,
San Valero es el zaguero.

Cuco de mayo, cuco de abril
dime los años que he de vivir.

Dichoso mes
que entra con Tosantos
y termina con San Andrés.

El que mira adelante,
atrás cae.


Al zaguero,
le muerde el perro.



En todo pueblo hay un tesoro escondido. También en Mezquita de Loscos. No podía faltar. Se da alguna pista, fácil de recordar, para hacerse con la moneda gorda pero, en definitiva, nadie ha encontrado el deseado tesoro.

Aquí está la pista:
A siete pasos de la encina corva
hay siete tinajas de moneda gorda.

Finalmente, me interesa destacar la explicación del tonto o la tonta del pueblo ante el hecho de la filiación a los tres meses del matrimonio. En otros tiempos, esto se miraba mucho:
Marzo, colarzo y el mes de marzo, tres.
Abril, codril y el mes de abril, seis,
y mayo, colayo y el mes de mayo, nueve.
En la novela de Fernán Caballero, La Gaviota, creo recordar, hay un cuentecillo  parecido. Pero, en esa ocasión, el motivo no son los nueve meses de embarazo, como corresponde. Se trata de una pregunta del confesor al penitente:


 En la novela de Fernán Caballero, La Gaviota, creo recordar, hay un cuentecillo  parecido. Pero, en esa ocasión, el motivo no son los nueve meses de embarazo, como corresponde. Se trata de que el confesor pregunta al penitente:
--¿Cuántos dioses hay?
Respondió muy en sí:
--¡Siete!
--¡Siete! –exclamó atónito el confesor-- ¿Y cómo ajustas esa cuenta?
--¿Cómo? Asina: Padre, Hijo y Espíritu Santo son tres. Y tres personas distinta son otros tes y van seis, y un solo Dios verdadero, siete cabales.
La broma lingüística es parecida. El resultado humorístico, es el mismo.

jueves, 14 de abril de 2011

CUENTOS. TRADICIÓN ORAL

CUENTECILLOS DE TRADICIÓN ORAL

Eulogio Soriano Lázaro


En la Semana Santa de 1968, recogí una minucia, sin duda, de la tradición oral en prosa que, sobre todo, en el momento del esbrine de la flor del zafrán, a la luz del candil o de una tenue y novedosa luz eléctrica, se transmitía de padres a hijos en Mezquita.

Esa transmisión es válida, cómo no y sobre todo, para el riquísimo folclore en verso, casi siempre cantado, cuya muestra se puede consultar desde el menú de esta página.

He aquí alguna muestra de esa narración en prosa en su prístina pureza:

A) EL TIO CUCURULLU Y LA TIA LIBRADA

Tenían un burro malico y lo querían llevar a la feria, aunque a la tia Librada no le parecía del todo bien, porque iban a hacer la risa. Pero, en fin, se decidieron y lo llevaron a la feria de Daroca.

Lo metió en una cuadra de categoría. Pero llegó un tratante con sus caballerías muy buenas y el burro enfeaba a las caballerías. Y los tratantes le sacaron el burro fuera. Entró Cucurullu y se enfadó y les dijo que valía más su burro que entre todas las caballerías que tenían. Se le reían. 

Vamos a hacer la prueba. Sacó el burro. Lo puso encima de una sábana y le pegó una varada y echó un doblón. Cinco varadas, y cinco doblones. En esto, el posador y su hijo le dijeron si quería venderles el burro. Sí, os costará cinco mil pesetas. Hicieron trato. Cobró las cinco mil.

Tomó camino, carretera de Nombrevilla y, a la salida, salió el posador y le dijo: 
--Tio Cucurullu, ¿qué le hemos de dar de comer al burro? 
--Alfaces verdes y abrevarlo a menudo. 

Estuvieron todo el día echándole alfaces y dándole de beber. Y a la tarde hicieron la prueba. Lo metieron en una sábana, le pegaron cuatro o cinco palos y se escagazó.

En esto, se incomodaron los posaderos y fueron a deshacer la venta. Y en esto, le puso el tio Cucurullu a su mujer un menudo de res debajo del delantal y le pegó dos cuchilladas y cayó sendera en el suelo. Y en esto, el posador: 
--¿Para qué ha hecho usted eso?
-- No os preocupís. 
Saca una gaita y empieza a tocar. Y la Librada se levantó.

Entonces, el posador y su hijo le dijeron:
--¿Quiere vender esa gaita? 
--Sí, señor. 
--¿Qué quiere? 
--Cinco mil. Se fueron tranquilos.

Al llegar a casa, la mujer del posador le dijo: 
--¿Habís deshecho la trampa del burro? 
--No, pero traemos una cosa más bonita. 
--Ya os habrán engañado. 
--Mira que te pego dos cuchilladas... 
Echó a tocar la gaita pero la mujer no revivía. En esto, vino su hijo pidiéndole la gaita, que le había pegado dos cuchilladas a su mujer. Y le dice su padre: Ya hace una hora que estoy tocando y no revive tu madre.

Así que deciden ir a coger al tio Cucurullu y a la tia Librada y llevarlos a la Sima de S. Pedro. En esto, tuvieron que hacer noche en el camino. Meten a Cucurullu y Librada en un saco y los dejaron en el corral y se fueron al pueblo. Y acudió un pastor a encerrar el rebaño y, al encontrar el saco, vio que había dos personas y les dijo: 
--¿Qué hacís aquí? 
--Que nos llevan a mí a casarme con la hija del rey y a ésta con el mismo rey. ¿Quiés meterte tú?
 A la vuelta, ven al tio Cucurullu y la tia Librada que estaban con un rebaño de cabras. Y le dice el padre al hijo: 
--Si parecen el tio Cucurullu y la tia Librada. 
Y les preguntan: 
--¿Cómo estáis aquí? 
--Cuando nos habís echado a la Sima se nos ha aparecido este boque y nos ha traído esta cabriada.

Han hecho un gran negocio el tio Cucurullu y la tia Librada. Se hicieron con el dinero y ahora con la cabriada.

Al parecer, el cuento termina arrojándose el posadero y su hijo a la Sima en busca de la cabriada. 

Nota:
La Sima de S. Pedro es una espectacular dolina, de unos cien metros de profundidad y otros tantos de anchura, con un lago al fondo. Se encuentra en Oliete, pueblo famoso por importantes pinturas rupestres. A unos cincuenta kilómetros de Mezquita. Sería de interés saber si esta leyenda se contaba en ese pueblo. 


B) AMOS Y CRIADOS

En tiempos de invierno, venían unos algarazos de nieve por las laderas de la montaña y un amo le dijo a su criado: 
-Ves aquellos que van corriendo por aquellas laderas... Son los criados que van buscando amo.
Llega el mes de mayo y los campos de morcacho, movidos por el viento, corrían como las olas del mar.
Entonces, el criado se dirige a su amo y le dice:  
-Ve usted, amo, aquellos que van corriendo por los campos... Son amos que van buscando criados.

Nota:
·         Morcacho se le llama al centeno.
·         En primavera, si han venido bien las lluvias, y hace viento, los campos semejan  el mar con oleaje verde.  
Corta narración con una lectura social de siempre. Trabajo temporal. Los amos sólo buscan a los criados cuando los precisan para sus faenas. Y cuando el cereal anuncia buena cosecha, hay que prevenir. En invierno, que no hay trabajo, los algarazos son criados desesperados.


C) LAS MOZAS DE ALLOZA, SALCEDILLO Y FONFRÍA


Sagrados ayuntamientos de Alloza, Salcedillo y Fonfría, las mozas de estos tres pueblos 

LES SUPLICAMOS a usías que nos den marido luego, aunque sea feo y tuerto y con otros grandes defectos, así los suyos cubrirán los nuestros. Que pasando por la plaza donde habitan, los mozuelos echan la vista por alto y nos miran con desprecio.

Aquí firma la hija del tio Pellejero y la del tio Apellejero Mal Sobau.
Nota:
Como se ve, hay para todos y para todas. Que no se piense que los mozos y las mozas de esos pueblos, próximos a Mezquita son feos y feas. Nada más lejos de la realidad. Con un discurso corto, se dice mucho.



D) LAS TRES HIJAS DEL REY

Un rey tenía tres hijas. A la una, la mandó a coser, a la otra, a bordar y a la tercera, a hacer media.
Cuando terminaran, irían a vender un capacico de higos. Y les dijo a sus hijas que, aunque encontraran a Dios y a la Virgen, que no les dieran higuico y medio.

Y la primera que terminó, los encontró. Y no les dio higuico y medio. Y fue a una casa y le dijeron que por qué escalericas que ría subir, por las de punchicas o por las de punchón. Por las de punchicas, respondió. Y cayó en la caldera.

Y luego terminó la otra y le vuelve a decir su madre lo mismo y tampoco da higuico y medio y también cae en la caldera.

La tercera les dio el higuico y medio y va a su casa y se lo dice a su madre. Ésta hace un hoyo en el huerto y allí la metió. Y fueron a segar el trigo y decía aquella niña:

Siega, siega, segador.
No siegues mi mata pelo
que la tuna de mi madre
aquí me ha enterrado
tan sólo por higo y medio

Los segadores la desenterraron y le dijeron que a dónde quería que enterraran a su madre. Y dijo que en medio de la plaza. Y allí la enterraron.


Nota:
Sorprende en todas estas narraciones la sobriedad de las mismas. Las pocas palabras empleadas para hacerse entender. De hecho, el que escuchaba estas narraciones se veía en la necesidad de cubrir con su imaginación los huecos que quedaban. Buena lección contra la verborrea acostumbrada en estos tiempos.

martes, 12 de abril de 2011

COPLAS DE RONDA DE MEZQUITA

COPLAS DE RONDA DE MEZQUITA

El tio Cipriano es el que movía a la fiesta en aquellos años de posguerra.  El tio Cipriano, cuya figura era la del Ciego del Lázaro, con sabiduría pero sin malicia. Esta era la diferencia. Para más semejanza, el tio Cipriano terminó ciego. Era la bondad, la generosidad, el amor al pueblo. En cualquier buen fregado, allí se encontraba. Cogía la guitarra y a rondar. Era un buen contador de historias y llevaba en su memoria prodigiosa la lista de todos los que habían sido enterrados en el Cementerio Nuevo, allá por La Coronilla. Y no pudo añadir a esa memoria su propia memoria. Nosotros sí Descanse en paz, en el Cementerio Nuevo, el tio Cipriano que lo era casi todo en Mezquita.

Estas son las cuatro esquinas
y las cuatro bocacalles,
donde se juntan las mozas
los sábados por las tardes.

_

Ya está la ronda en la calle,
ya está la formalidad.
Nadie se meta con ella
que ella no se meterá.

_

Yo te haré la despedida
con rositas y claveles,
con un pensamiento en medio
para que de mí te acuerdes.

_

Yo te haré la despedida
a caballo en una burra.
No te hagas mucho “pa lante”
que lleva una moradura.

_

Allá va la despedida
porque sé que la mereces,
que la hierba que tú pisas
de seca se reverdece.

_

Echaré la despedida
la que a nadie se “l´hi dado”
y a ti te la vengo a dar,
hermoso clavel dorado.

_

Te daré la despedida
redonda como una nuez.
Anoche parió una moza
y está preñada otra vez.


COPLAS PILARISTAS

La Virgen del pilar dice
que no quiere la corona.
Que se la den a los pobres
que van pidiendo limosna.

_

Las flores de la Cartuja
se riegan con el Canal.
Las llevan a Zaragoza
para adornar al Pilar.

_

Si a la Virgen del Pilar,
la llevaran a Madrid,
todos los aragoneses
iriamos a verla allí.

_

Virgen del Pilar hermosa,
capitana de Aragón,
no abandones en campaña
al pequeño Cañamón.


COPLAS AMATORIAS

Ya va la rubia por agua
“pa” que le vean el pelo.
Déjala que vaya y vuelva
que ya caerá en el anzuelo.

_

Asómate a la ventana,
la del jubón a la moda,
y al galán que te festeja
échale un nudo en la cola.

_

Templa, maño, esa guitarra,
tira la jota por alto,
que hemos llegado a la plaza
donde vive la que yo amo.

_

Yo no hablo mal del vino,
porque el vino bien me sabe,
sino de la tabernera
que no me lo da de balde.

_

Y eran antes lo baturros
siempre firmes en querer.
Pero los escarmentaron
los Amantes de Teruel.

_

En la Sierra de Alcubierre
había una catalana.
Aragonés de mi vida,
vente conmigo a la cama.

_

Asómate a la ventana,
esa que cae a la Vega,
y verás a un labrador
cómo revuelve la tierra.

_

Y una tórtola te traigo
que en el monte la cogí.
Su madre llora por ella
como yo lloro por ti.

_

Baja a la cuadra y verás
a mi burra con corsé.
Ah, “rediez” lo que parece,
que parece a mi mujer.

_

Bendita sea mi madre
que en un parto tuvo quince.
Todos salieron guitarros,
menos yo que salí tiple.

_

Dentro de una platería
y en Zaragoza te vi.
Y deslumbraban tus ojos
más que la plata que vi.


COPLAS DE SABOR REGIONAL

Sevilla para el regalo,
Madrid para la nobleza.
Para torres Aragón,
para campanas Castilla.

_

En Valencia, soy francés,
y en Francia, soy valenciano.
En Castilla, aragonés,
en Aragón, castellano.

_

Los de Loscos, son garrosos,
los de Mezquita patudos.
Llegaremos a badenas
que ninguno tiene culo.

_

Cada vez que considero
que “m´hi” de casar en Bea,
le digo a la Piedra Blanca:
Ni me veas ni te vea.

_

No vayas a Mezquita
que hay mala torre.
Sécate la moquita
que se te “escorre”.

_

No compres mula en Nogueras,
ni en Santa Cruz, compres paños.
No tengas novia en Badenas,
ni amigos en el Collado.

La mula te saldrá guita,
el paño te saldrá malo,
la mujer, purruputaca
y los amigos, contrarios.




lunes, 11 de abril de 2011

CANCIÓN LLOVEDERA

















Entrañable la CANCIÓN LLOVEDERA, por la letra y por la música, que uno lleva en el disco duro de la memoria, desde los años infantiles en los que las mujeres, enlutadas y con pañuelo a la cabeza, subían la costera de Las Eras hasta llegar a la cumbre de S. Jorge que se asoma a la Virgen de Herrera. De ermita a ermita, de cumbre a cumbre. Hermosa plasticidad.

Mirando hacia su ermita, con los campos sedientos a la vista, las mujeres rezaban su novena y entonaban su canción mariana.

Desde luego que las buenas mujeres de Mezquita, entre las cuales no faltaba mi madre, merecían la piedad del cielo y de la Virgen de Herrera. Merecían que, antes de nueve días, las nubes rugiaran la sementera.

Desde el punto de vista de la técnica, esto es un romancillo endecha, hexasílabo, de origen, tal vez, culto y que tiene una graciosa concatenación léxica, de una a otra estrofa, que la hemos marcado en negrita. Junto a esas ruinas de S. Jorge se reza y se canta la CANCIÓN. 

CANCIÓN LLOVEDERA

¡Oh, Virgen Hermosa
Madre del cristiano,
danos agua limpia
que rieguen los campos.
Los campos tenemos
heridos (¿eriales?) de secos
y es porque no llueve
buena agua del cielo.
Del cielo esperamos
hermoso rugío
y así lo desea
este pueblo pío.
Pío y siempre pío
y así y todo pobre,
que hoy en este día
nadie nos socorre.
Socórrenos, Madre,
a los hijos de Eva
que piden que llueva
en esta novena.
Novena ofrecemos
a la Virgen Bella
y es porque tenemos
muy seca la tierra.
¡Tierra, tierra, tierra!
Tengamos paciencia
que la Omnipotencia
nunca ha errado ni yerra.
Yerra el pecador
cuando hace el pecado
y a Nuestro Señor
tenemos airado.
Airado tenemos
al Eterno Padre,
 ahora suplicamos
a la Hermosa Madre.
¡Oh Madre amorosa
y de todos Madre!
Ahora y en la hora
nuestra muerte ampare.
.
 

COPLAS DEL NIÑO PERDIDO






COPLAS DEL NIÑO PERDIDO

Hermosa composición que Menéndez Pidal encontró fragmentada en Buenos Aires a comienzos del S.XX. El deseo del ilustre filólogo era encontrarla completa. Aquí la tenemos. También se ha recogido, en versión muy parecida a la de Mezquita, entre otros lugares, en Mansilla de las Mulas (León)

Los versos que aquí adjuntamos están llenos de dramatismo, de lirismo y de gran perfección formal. La transmisión parece propia de romances de ciego, pero la medolla del relato es más bien culta. Se alternan dos ritmos, el del romance y el del romancillo, que se van agrupando en estrofas de cuatro sílabas. Versos, pues, octosílabos y hexasílabos:

COPLAS DEL NIÑO PERDIDO

En nombre de Dios comienzo
como aquel que tiene gracia. 
A mí me llaman gracioso
y a mí la gracia me falta.

Como estéis atentos,
como habéis oído,
cantar he las coplas 
del Niño Perdido.

Cuando San José y la Virgen 
ya se volvían del templo,
a la mitad del camino
al Niño echaron de menos.

San José decía:
Ya irá con su Madre.
La Virgen decía:
Ya irá con su Padre.

Qué desconsuelo tendría 
al verse solo y tan tarde.
Se ha arrimadito a una puerta,
no le ha contestado nadie.

(-Si usted bien supiera
quién era ese Niño,
abriera la puerta 
con mucho cariño).

Acá  un rico fue a llamar
y le echaron los alanos.
Los alanos, muy humildes,
le hicieron dos mil halagos.

-Y Yo os prometo,
aunque soy muchacho,
darles el castigo
según han obrado.

-Allá fuera llama un Niño,
más hermoso que el sol bello.
Parece que tiene frío
pues el pobre viene en cueros.

-Anda, dile que entre.
Se calentará
porque en esta tierra
ya no hay caridad.

Entra el Niño, muy cortés
y dando las buenas tardes:
-Jesús sea en esta casa
porque dentro de ella habita.

Dice la patrona:
Siéntate, hijo mío,
que vienes descalzo 
y hace mucho frío. 

Entra el Niño y se calienta
y después de calentado
le pregunta la patrona
en qué tierra se ha criado.

-Mi Padre es del cielo
y yo de la tierra.
Mi madre desciende 
de lejanas tierras.

-Niño, si quieres comer,
guisaremos de contado.
Te compondremos la cena
como a hijo regalado.

-Mi madre de pena
no podrá comer
y aunque tenga ganas
no tendrá con qué.

-Mucho quieres a tu madre.
-Sí, Señora, que la quiero:
tres días que no la he visto,
tres mil años se me han hecho.

Si usted me dijera, 
dónde la encontrara,
de rodillas fuera
hasta que la hallara.

-Voy a hacer, Niño, la cama
en la alcoba y con primor.
No me la haga usted, señora,
que mi cama es un rincón.

Mi cama es el suelo
desde que nací.
Hasta que me muera, 
ha de ser así.

Y al despuntar de la aurora,
el Niño se levantó
y le dijo a la patrona 
que se quedara con Dios.

-Yo me voy al templo
que aquella es mi casa
donde han de ir todos
a darme alabanzas.

-Vete con Dios, Niño hermoso.
De ti quedo enamorada.
Dios quiera que encuentres pronto
a tu madre idolatrada.

Si no la encontraras, 
vuélvete a mi casa.
-Ya vendré, señora,
a darle las gracias.

Por las calles y las plazas,
San José y la Virgen iban
y por su hijo preguntaban
y a toditos que los vían:

-Dime si habéis visto
al Sol de los soles,
al que nos alumbra
con sus resplandores.

-Dadnos las señas, Señora,
por si le hemos visto, acaso.
-Es blanco como la nieve,
como la aurora encarnado.

Tiene unos cabellos,
como el sol dorados.
Sus labios y boca 
son flores del año.

-Según las señas nos dais,
por aquí pasó ese Niño.
Al templo se encaminó.
Id, allí lo encontraréis.

-Dios os pague, hijos,
esta buena nueva,
que ya encontró
alivio mi pena.

Partió la Aurora Divina
y al templo se encaminó.
Entre todos los doctores,
al Sol de justicia vio.


NOTA: La tía Victoria, que ya murió a los noventa y tres años, me cantó estas coplas en el año 1968. Para ella mi recuerdo.