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miércoles, 1 de agosto de 2012

JOSÉ CAYETANO RAMO PADILLA-7


José Cayetano Ramo  Parrilla
¿Quién es este ilustre y qué tiene que ver con Mezquita? Fueron dos tardes espléndidas, de esas tardes largas, largas que en el pueblo aún parecen más. Las tardes del 25 y 26 de mayo, miércoles y  jueves, respectivamente, 2011.
Me  doy una vuelta por el pueblo. La máquina atenta a cualquier estructura que hay que guardar porque tiene su peculiaridad y porque peligra en los tiempos que corren. Este pueblo, si realmente lo hubiéramos cuidado, adaptando con sutileza lo viejo al progreso, sería un relicario de piedra, de esa piedra que se encuentra por el término  y que, sin pasar por el cantero, levanta los muros con un poco de yeso, de cal o sin nada interpuesto, como sucede en las paredes de las eras, de las casetas-refugio. La máquina también se fija en sus puertas, de doble hoja rota horizontalmente...
Retrato de Cayetano Ramo


Situación del supuesto retrato
      En esas estoy. Mi ronda se interrumpe porque en su callejón de siempre, como la tarde es buena, allí está Sebastián. Me sorprende. Lo creía en Zaragoza reponiéndose de sus achaques. Me alegra su recuperación. Sebastián es una mente lúcida. Una memoria sin par. Un sabio, no en términos librescos sino en el de la experiencia y el recuerdo. Los libros, con su curiosidad, los hubiera convertido en sustancia propia. Cualquier cosa que leyó, no sé cuándo ni dónde, sale en la conversación con una fidelidad que pasma. Hablamos y hablamos y hablamos. Mientas, Soledad y Felícitas creo que se aburrían un tanto.
--¿Y ese Ilmo. Sr. de mármol, de torso presente que parece que haya huido de la tapa rota de un sepulcro?
--Ahí está desde que a Marcelo, el albañil, se le ocurrió ponerlo encima de la casa del  Pedro Sarto. El resto de la tumba de mármol donde reposaron sus restos se encontraba perdido por la casa.
--¿Y sabes quién estuvo enterrado?
-- Pues no me acuerdo muy bien. Creo se llamaba …Gae…, Cayetano. Eso es, Cayetano Ramo
-- Ramo ¿dices?
-- Eso creo. Lo ponía en los trozos de mármol.
-- ¿Los Ramo que según creo fue una de las familias importantes de Mezquita?
-- Claro, la casa del Marcelino Ramo estaba ahí.
Eso, entre otras cosas  quería saber. Dónde estaba la casa de los Ramo. Ya lo sé y, además me entero de que ese Monseñor marmóreo que alguien incrustó encima de la puerta de la casa  se apellidaba Ramo. Y esa es la casa que fue de gente de ese apellido antes que fuera de Pedro Sarto.
Al día siguiente, 26, jueves, también por la tarde, me encuentro con Pedro, labrador y pastor. De la única familia que permanece en el pueblo con actividad agrícola y ganadera y copropietario de la casa de marras:
--¿Sabes si en esa casa están aquellos mármoles que le faltan a esa figura de encima de la puerta?
-- Pues no lo sé. Te doy la llave y lo compruebas tú mismo. Allí estuvo.
--¿Y sabes de quién era ese posible sepulcro?
-- No lo sé. Allí ponía Joseph Cayetano Ramo.   
No tuvo que pesarlo. Estaba seguro. Aunque los fragmentos de mármol han desaparecido de la casa donde estuvieron. O no supe encontrarlos. Sí quedó claro que Cayetano Ramo fue alguien. Quizá alguien con cierto relieve por sus hábitos y por su destacada sepultura. No todos somos enterrados en sepulcros de mármol y con retrato como cierre.

Ya tenía algunos datos, casi seguros, con respecto a qué restos se alojaron en un sepulcro de mármol que, no se sabe cómo llegó a Mezquita. Pero ¿quién era se monseñor? ¿Cómo llegó a la Sierra tal sepulcro? ¿Llegó con los despojos del ilustre difunto o vacío? ¿Por qué esos fragmentos de mármol se encuentran en la casa, podíamos decir solar, de los Ramo? ¿Qué relación entre los Ramo de Mezquita y los de Lechago? Muchas preguntas.

Cuando, regresado de Mezquita, pude acceder a internet y acudir a Google, llegaron las sorpresas. Cayetano Ramo de S. Juan Bautista (1713-1795) fue una de las personalidades más importantes de la Orden escolapia.  
·         Natural de Lechago, de la Comunidad de Aldeas de Daroca.  Ahora, Comarca de Jiloca.
·         Rector de Alcañiz (1740) durante once años.
·         Rector del colegio de Madrid, 1751.
·         Rector del colegio de Zaragoza durante trece años en dos ocasiones.
·         Provincial de Aragón durante seis años, también en dos elecciones.
·         Finalmente, José Cayetano Ramo de S. Juan Bautista es elegido General de la Orden, cargo que sustenta durante doce años. Quizás, se dice, la edad dorada de la familia escolapia. Y el primer General español.
·         Buen gobernante, buen predicador, buen pedagogo y autor de escritos influyentes. Sobre todos su famoso Catecismo con infinidad de ediciones. Muy empleado en la escuela. A veces, el Catecismo del P. Ramo ha merecido na consideración superior al Astete y al Ripalda.
·         No es el único escrito del P. Ramo. Recordemos Constituciones  escolapias y notas sobre las mismas.
Estos datos me los proporcionan, por una parte,  los escritos publicados por José María de Jaime Lorén sobre personalidades de la Comarca del Jiloca, y el P. Pedro Sanz Sch., que me atendió con amabilidad en el colegio de  escolapios del Conde Aranda de Zaragoza. Gracias.
A veces, los datos biográficos de este P. Cayetano Ramo de S. Juan Bautista se entrecruzan con los de su sobrino, P. Cayetano Ramo de Santo Domingo de Silos, también natural de Lechago. Rector en Daroca  y Zaragoza. Asistente provincial y Asistente general. Por tanto, escolapio muy destacado. Muere sólo dos años después que su tío, en 1797. 
Casa de los Ramo de Mezquita



(En este asunto, queda mucho por resolver. Lo intentaremos).


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