Eulogio Soriano Lázaro
ROMANCE DE LA CARMELA
ROMANCE DE LA CARMELA
INTRODUCCIÓN:
Romance tradicional, de la mala suegra, recogido oralmente en
Mezquita de Loscos en el año 1968. Lo presentamos en forma dramatizada.
La CARMELA es el nombre que en Mezquita y en otros lugares recibe el romance de la MALA SUEGRA:
Mezquita de Loscos en el año 1968. Lo presentamos en forma dramatizada.
La CARMELA es el nombre que en Mezquita y en otros lugares recibe el romance de la MALA SUEGRA:
--(Carmela)
CARMELA se llama la nuera parturienta que añora la casa materna en el difícil trance. Aquí es Carmela. En otras partes se llamará Silvana, Miraibella, Marbola, Anarbola...
CARMELA se llama la nuera parturienta que añora la casa materna en el difícil trance. Aquí es Carmela. En otras partes se llamará Silvana, Miraibella, Marbola, Anarbola...
--(Suegra)
Sin embargo, la suegra es solamente mala, puta, tuna... Sin nombre propio en el romance
Sin embargo, la suegra es solamente mala, puta, tuna... Sin nombre propio en el romance
--(Pedro)
El marido de la preñada, a veces, es Pedro, como en Mezquita. A veces Bueso o Boiso.
El marido de la preñada, a veces, es Pedro, como en Mezquita. A veces Bueso o Boiso.
--(Narrador)
En cualquier caso, trágica y vieja historia familiar. No entre gente del común, sino entre reyes y condes de Olivares o Pinares. La historia o leyenda tampoco está demasiado alejada de lo que sucede en nuestros días.
En cualquier caso, trágica y vieja historia familiar. No entre gente del común, sino entre reyes y condes de Olivares o Pinares. La historia o leyenda tampoco está demasiado alejada de lo que sucede en nuestros días.
--(Carmela)
Sigue existiendo la Carmela-nuera que se lleva a muerte con su suegra.
--(Pedro)
Y un Pedro-hijo dependiente de la autoridad de mamá, un poco calzonazos en detrimento de sus relaciones conyugales.
Y un Pedro-hijo dependiente de la autoridad de mamá, un poco calzonazos en detrimento de sus relaciones conyugales.
--(Carmela)
Una Carmela-hija que prefiere una matrona-madre a suegra cuando llegan las contracciones. Esto ha pasado siempre.
Una Carmela-hija que prefiere una matrona-madre a suegra cuando llegan las contracciones. Esto ha pasado siempre.
--(Narrador)
Estos versos fueron recogidos en este pueblo, Mezquita de Loscos, en el año 1968. Cantados a la guitarra por Cipriano y Marcelo con el apoyo de Prudencia, Carmen, Victoria... Fue un revivir tantas tradiciones orales a la luz del candil mientras se esbrinaba el zafrán. Unos momentos de gozo personal. Recuerdo aquella Semana de Pascua del 68...
Estos versos fueron recogidos en este pueblo, Mezquita de Loscos, en el año 1968. Cantados a la guitarra por Cipriano y Marcelo con el apoyo de Prudencia, Carmen, Victoria... Fue un revivir tantas tradiciones orales a la luz del candil mientras se esbrinaba el zafrán. Unos momentos de gozo personal. Recuerdo aquella Semana de Pascua del 68...
--(Todos)
Aquí tienen el romance de la Carmela o de la Mala Suegra que se oyó durante siglos al pie de la Sierra de Cucalón. Estén atentos.
Aquí tienen el romance de la Carmela o de la Mala Suegra que se oyó durante siglos al pie de la Sierra de Cucalón. Estén atentos.
(Narrador):
La Carmela se pasea
toda la sala adelante
con dolores de parir
que el corazón se le parte.
Se ha asomadito al balcón
y ha visto casa sus padres:
(Carmela):
¡Quién si tuviera la dicha
parir en casa mis padres!
(Narrador):
Y la suegra que esto oyó:
(Suegra):
Coge la ropa Carmela
vete a casa tus padres.
A la tarde vendrá Pedro,
de cenar yo le daré,
de cenar y ropa limpia,
ropa limpia y que mudar.
(Narrador):
A la tarde viene Pedro.
(Pedro):
La Carmela ¿dónde está?
(Suegra):
A casa sus padres se ha ido,
que me ha tratado muy mal.
Me ha tratado de tuna
y hasta lo último de mal.
(Narrador):
Monta Pedro en su caballo
con su criado delante.
Y al revolver una esquina
se ajunta con la comadre.
(Madre de Carmela):
Buenas tardes tengas Pedro.
Ya tenemos un infante.
Del infante gozaremos,
de la Carmela, Dios sabe.
(Narrador):
Ya ha llegadito Pedro,
ha llegadito a la alcoba.
(Pedro):
Levántate de ahí Carmela.
No nos hagas replicarte.
Levántate de ahí, Carmela,
antes que otra vez lo mande.
(Carmela):
Criadas, las mis criadas,
Criadas, las de mis padres,
la una subirá a vestirme,
la otra subirá a calzarme.
(Narrador):
Las criadas que la visten
gotas de sangre lloraban.
(Pedro):
¿Dónde quieres ir, Carmela,
a las ancas o adelante?
...
(Narrador):
Ya tres horas han andado.
Ninguno los dos hablasen.
(Pedro):
¿Cómo no me hablas, Carmela?
(Carmela):
¿Cómo quieres, conde mío,
cómo quieres ignorante,
si las ancas del caballo,
van chorreadas de sangre?
...
(Pedro):
Di la confesión, Carmela,
que yo se la diré a un fraile,
que detrás de aquella ermita
llevo cuenta de matarte.
...
(Narrador):
Al entrar en la ciudad,
las campanas repicaban,
las campanas de Olivares.
(Campanas):
¿Quién se ha muerto? ¿Quién se ha muerto?
(Todos):
La condesa de Olivares.
(Narrador):
Y ha saltado un ángel bello:
(El niño):
No se ha muerto, no se ha muerto,
que la ha matado mi padre,
por un falso testimonio
que han sabido levantarle.
Mi madre en el cielo está,
Los ángeles la acompañen
y la abuela que yo tengo
reviente por los ijares.
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