Powered By Blogger

jueves, 11 de agosto de 2011

UN SAN JERÓNIMO DEL S.XVII

11-08-11





Era una tarde, una cuasi noche de verano en Mezquita. Sabías que en la iglesia alguien estaba pintando a brocha gorda, allá arriba, cerca de las bóvedas. Nave izquierda


Te acercas por ver la pintura gorda, quizá, camino del barrio de El Castillo, donde espera tu madre con la cena.

Allí está el pintor subido a su escala. Por aquellas alturas, habías visto, de siempre, un lienzo pequeño y renegrido, sin adivinar a quién representara.

Miras y no encuentras el tal cuadro por tales alturas.

Miras y lo encuentras a tus mismos pies, y no das crédito. Junto a los desperdicios que suelen acumular los pintores.

Lo había desgarrado y arrojado al suelo para la basura.


Lo recogiste con emoción.

Ese rostro cuarteado, esa mirada, esa mirada... Renegrido por el fuego y rasgado por el pintor. No supo lo que hacía.

Tampoco sabían lo que hacían quienes quienes quemaron la iglesia y dejaron al S. Jerónimo barroco, s.XVII, hecho trizas y chamuscado. Memoria histórica.   

Un rostro penitente. Una mirada prodigiosa. Un Cristo. Una calavera. Una mano con unos dedos espirituales.  Un paisaje se adivina al fondo.

En el fragmento inferior no conservado podría verse un libro, quizá la Vulgata, en un soporte.

Le participaste al cura tal hallazgo...

Esos ojos, esa calavera, esa mano, tal vez con una piedra entre los finos dedos, para golpear el pecho.

Pasados tantos años, lo rescatas y lo publicas. La foto digital, ayuda, no poco, a adivinar la belleza barroca del lienzo, víctima inocente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario