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Armando fajos de mies |
Estaban, por otra parte, los fajos de leña de carrasca y de estepa que se ordenan encima de las tapias del corral y forman los bardales. Reserva de energía para los inviernos. Para los pucheros, para el horno.
En el Quijote, se llaman bardas. Por ellas, asoma Sancho manteado para asombro de su amo que asiste al espectáculo, jinete en su Rocinante. El malvado Caballero de la Triste Figura se fue sin pagar al dueño del castillo, que era venta. Y es que, como a veces sucede, pagan justos por pecadores. Y escuderos en lugar de caballeros.
Atados con fencejos |
Bardal en Mezquita |
Ah, y la tarea de confeccionar los las cuerdas o fencejos para atar los fajos de la siega, era tarea digna de recoger entre los típicos trabajos de nuestro lugar. Trabajo familiar y comunitario. Como el esbrineo.
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